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Paracycling

Juan José Florián, orgulloso pionero de la categoría C1 internacional en Paracycling

Soñador y luchador. Así se define Juan José Florián Valencia, ex soldado del Ejército Nacional, a quién hace seis años un artefacto explosivo le cambió el rumbo de su vida. Por error, Juan José manipuló una bolsa que fue dejada en el jardín de su casa por subversivos de las FARC, sufriendo heridas de gravedad que estuvieron a punto de quitarle la vida.

Un milagro permitió que pudiera llegar al hospital, salvarse y continuar viviendo. Sin embargo, las secuelas eran irreversibles: perdió los dos brazos, la pierna derecha, la visión del ojo derecho y parte de su audición. Su ser estaba destruido, no así su alma. El ex militar de 34 años, nacido en Puerto Berrío (Antioquia) y criado en el departamento del Meta, sufrió los embates despiadados de la guerra, pero motivado por su familia aprendió con el tiempo que lo mejor era salir de la desgracia para convertirse en un ejemplo inspirador. Y lo es.

Camina sostenido por una prótesis y coordina sus pasos apoyado en la pierna izquierda, la única extremidad ilesa y con la cuál ahora pedalea por el sueño de ser un referente mundial del ciclismo paralímpico.

“Empecé con natación pero ahora estoy en el ciclismo. Llevo cinco meses aproximadamente… muy feliz, cada día aprovechando las oportunidades que me da este deporte y también las exigencias a las que debo someterme cada día, como la adaptación a mi bicicleta y los largos entrenamientos”, cuenta el llanero, que recibió el apoyo de la Comisión Nacional de Paracycling para integrarse al programa competitivo, y los avales de la Federación Colombiana de Ciclismo para empezar su proceso internacional como el primer ciclista clasificado funcionalmente en la categoría C1.

Para efectuar su primer viaje a la Copa Mundo de ruta en Emmen, Holanda, el atleta recibió el respaldo de la Corporación Matamoros y la Asociación de Damas Protectoras del Soldado, entidades que hicieron caso a la ilusión de este soñador, que se proyecta para ser medallista en los próximos Juegos Paralímpicos Tokio 2020.

“A pesar de que estas heridas en algún momento dolieron, hoy vemos que me dan mucha felicidad. Soy el primer C1 de Colombia”, dice con orgullo el padre de Laura, su mayor inspiración.

“Espero que a través de las asesorías que he recibido con la Federación Colombiana de Ciclismo y los avales que han dado para ir a este evento, seguir representando a Colombia y que esto le abra las puertas a más deportistas paralímpicos que tengan una condición similar a la mía. Se corre riesgo al no tener los brazos y las piernas, pero hay que atrevernos. Sería grandioso que salieran más C1 para que haya más competencia y no sea yo solo el que corra”, aseguró el ciclista que este fin de semana buscará su primera medalla internacional.

Juan José se desenvuelve como artista en la bicicleta: se ancla con pequeñas prótesis al manubrio, tiene un punto de apoyo en la parte derecha para equilibrar la fuerza y equilibrarse durante el pedaleo; sus cambios son electrónicos y los activa con la boca. Y para frenar, parte sustancial de su ejercicio, lo hace con la pierna izquierda realizando un movimiento interno que activa los frenos a través de un solo manilar.

Lo hace ver simple, pero en realidad se requiere una destreza y coraje supremos. A la par de la valentía que tiene para retar a los que le causaron daño, pero armado con una bicicleta. “En algunos medios le he mandado un mensaje a los señores de las FARC, ellos también tienen sus guerrilleros que han sufrido lesiones en el combate. Sáquenlos para que muestren otra cara y hagan deporte, que nos retemos en la pista. Y si de alguna manera le hicieron daño a nuestro país, que ahora traten de remediar ese error representándolo a nivel mundial en el ciclismo paralímpico”.

ÉDER GARCÉS – FCC

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