Chambery le entregó al colombiano Rigoberto Urán (Cannondale) su primera victoria de etapa en la ‘Grand Bouclè’. El antioqueño disputó el exigente parcial con siete puertos categorizados de forma magistral y corriendo con la experiencia de los grandes ‘vueltómanos’ del circuito mundial, quienes este domingo, en el día previo al descanso, dejaron claras sus intenciones para lo que resta de carrera.
Urán supo sobrellevar el ritmo impuesto en el lote de favoritos durante los 181.5 kilómetros que fueron dejando a su paso accidentes, percances mecánicos y abandonos. Dos colosos como Geraint Thomas (Team Sky) y Richie Porte (BMC) tuvieron que marcharse producto de sendas caídas en los descensos. Thomas se fracturó la clavícula y Porte fue asistido con premura debido a un golpe violento a la altura del cuello.
Por fortuna, ningún colombiano estuvo involucrado en los accidentes de la jornada. Solo Urán, quien sufrió una avería tuvo que concluir la etapa sin la posibilidad de variar las velocidades de su bicicleta. Aun así, con su casta y su experiencia logró llegar a la disputa de la etapa. Y casualidad del destino o no, al igual que en la Vuelta a España de 2013 definió mano a mano con el francés Warren Barguil.
Parecía que la suerte volvía a jugarle una mala pasada, pero fue el ‘fotofinish’ el encargado de devolverle la sonrisa al colombiano, que se estrenó como ganador del Tour y ascendió al cuarto puesto de la general, a 55 segundos del líder Chris Froome (Team Sky).
“Ya había perdido en la Vuelta a España con mismo güevonada”, dijo Urán al final, con su desparpajo habitual y en medio de una inmensa alegría.
El día también tuvo como grandes protagonistas a Jarlinson Pantano (Trek Segafredo) y Carlos Betancur (Movistar Team), activos en la fuga del día. Incluso Betancur asumió el liderato parcial dada la ventaja que tomaron sobre el grupo principal.
Era un día clave y Colombia dijo presente con un Urán pletórico y desinhibido, que sueña con lograr un nuevo podio en una gran vuelta.
