Cinco años después el BMX repite podio. Y lo hace con los mismos protagonistas de Río 2016: Mariana Pajón y Carlos Ramírez, ambos superando sus dolores personales, ambos librando sus luchas internas en un camino sinuoso que terminó con una enorme sonrisa en el Parque Urbano Deportivo de Ariake, que exhibió una pista majestuosa como distinta, la más larga en toda la historia de cualquier evento mundial de BMX.
Ninguno fue indiferente al reto. Lo asumieron con jerarquía y suma prestancia, con la inteligencia que dan los años y las caídas de un deporte que hoy se consagra como el más ganador en la historia olímpica del ciclismo nacional con seis medallas, cinco de ellas aportadas por Mariana y Carlos (la restante por Carlos Mario Oquendo en Londres 2012), que llegaron a Tokio superando toda clase de obstáculos para finalmente saborear un podio estupendo.
Para Carlos su segundo bronce consecutivo, mientras que para Mariana fue la consagración como la única deportista activa con tres medallas olímpicas, un hecho inédito para el deporte nacional, que solo podría ser igualado por la atleta Catherine Ibargüen si sube al podio del Salto Triple.
«Esta medalla sabe muy rico… hace un mes tuve una caída muy dura en una carrera de preparación que me inflamó toda la pierna. No le dije a nadie, pero acá estamos», dijo el antioqueño en declaraciones a Caracol Sports al final de la competencia.
«Es una plata que sabe a oro. He pasado muchas cosas para llegar hasta acá, por eso sabe tan bien», resumió Pajón, doble medallista dorada en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, que antes de llegar a Tokio con la pandemia de por medio, superó una grave lesión de ligamento cruzado y luego un contagio de Covid-19 que frenó su preparación en el último tramo de su clasificación olímpica.
La gran señal de su recuperación y lo que sería su tercera olimpiada en territorio japonés llegó en en las Copas Mundo de Bogotá, dónde se adjudicó los dos eventos con autoridad y dejando la estela de su clase y potencia características.
En Japón dominó todas las series de cuartos de final, y clasificó de forma anticipada a la final con una remontada memorable para ganar el primer heat de la serie clasificatoria.
La gran final fue una carrera espectacular, digna de una definición olímpica que se resolvió hasta el último aliento con un golpe de riñón de la británica Bethany Shriever, que terminó por entregarle la medalla dorada.
El ciclismo colombiano vuelve a ser artífice de grandes momentos y resultados para el deporte nacional. A las medallas de Mariana y Carlos en el BMX, se suman los diplomas de Rigoberto Urán en las pruebas de ruta. El cierre de las justas será la próxima semana en la pista con el debutante Kevin Santiago Quintero.
