Uno de los momentos más emotivos en la apertura de la Vuelta a Colombia Ministerio de Transporte Seguridad Vial, se vivió en la despedida de la caravana en Pereira, lugar donde la Federación Colombiana de Ciclismo, en cabeza de su presidente Jorge Ovidio González, y la Gobernación de Risaralda, dirigida por el doctor Sigifredo Salazar, le rindieron un sentido tributo al cundinamarqués Pablo Enrique Herández López, una de las tantas glorias del ciclismo de antaño de nuestro país.
Acompañado por sus familiares, Hernández, de 78 años y recientemente operado en la capital del departamento de Risaralda, recibió el agasajo de las máximas autoridades de la carrera que, en vista de su actual situación y la coyuntura del momento, le regalaron un merecido homenaje a su trayectoria deportiva que lo encumbra como campeón de la Vuelta a Colombia en el año de 1969.
‘Pablito’, como lo llamaron los locutores de aquel entonces, perdió su pierna izquierda como consecuencia de tener, según le han explicado los médicos a él y a su familia, el 75 % de las venas de sus piernas obstruidas por profundas úlceras varicosas.
“Para nosotros es un placer contar con la presencia y ayudar a Pablo Hernández, que ha sido una de nuestras glorias deportivas. Cuando supimos de su situación decidimos darle nuestro apoyo y brindarle un merecido homenaje”, dijo Jorge Ovidio González, quien le entregó la bandera a cuadros al campeón cundinamarqués para dar la largada de la primera fracción de la ronda colombiana
Pablo Hernández bajó su brazo sentado en su silla de ruedas y la caravana lo despidió con honores, acompañado por viejos amigos como Martín Emilio Cochise Rodríguez, quien con su desparpajo característico logró sacarle una sonrisa a él y sus familiares.
Hernández es uno de los corredores más recordados por su gesta en la Vuelta a Colombia de 1969, el título del campeonato nacional de ruta en 1964, el subcampeón de la Vuelta a Guatemala y su representación para el país en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.
