Nicolás David Gómez Jaramillo. Ese es el nombre del nuevo esprínter que cautiva en el ciclismo europeo. Su nombre ya pasa de boca en boca y sus victorias claras, llenas de desparpajo y clase han empezado a formar parte de la colección que muy seguramente atesorará en su periplo por España junto al equipo Plataforma Central Ibérum.
Desde que llegó a la península ibérica, el joven criado ciclísticamente en la entraña del Carmen de Viboral, no ha parado de despertar elogios por su rapidez, explosión y determinación para rematar en el terreno llano.
Sus dotes, conocidas desde su proceso formativo cuando obtuvo los títulos de campeón del programa Supérate Intercolegiados y las metas volantes de la Vuelta Nacional del Futuro 2016 – con victoria de etapa incluida – ahora se han trasladado al Viejo Continente luego de conquistar el título nacional de ruta juvenil en el Autódromo de Tocancipá.
Nicolás es heredero de la nueva generación de velocistas colombianos. Es el eslabón más joven de una cadena de rematadores con nombre propio que ya se han ganado un espacio de privilegio en la alta competencia europea, que hoy disfruta con las hazañas de su amigo y mayor referente, Fernando Gaviria.
“Acá he realizado un sueño porque el ciclismo es muy organizado, es muy bonito, la gente me apoya mucho a cada lugar al que voy, y por ser colombiano y portar la camiseta de campeón nacional siempre es motivo de admiración. El ciclismo colombiano va por muy buen camino y hay ciclistas para rato”, dice Nicolás, integrante de la selección Colombia Manzana Postobón en el pasado Campeonato Mundial de ruta en Bergen (Noruega), donde por un choque fortuito rompió el tensor de su bicicleta en la última vuelta, perdiendo la opción de disputar la medallería en la llegada masiva.
Aquella tarde lloró desconsolado, pero hoy las sonrisas afloran gracias a sus victorias y títulos de las metas volantes en competencias de tradición como la Vuelta a León y la Vuelta a Valladolid, además de adjudicarse el GP de Navalafuente.
En Valladolid obtuvo su cuarta victoria de la temporada. “Fue carrera muy dura por el ritmo en el que se rodaba, por la lluvia y por el viento”, dijo el joven de 18 años, ganador de la tercera fracción.
“Ahí logré el liderato de las metas volantes, gracias a todos mis compañeros que estuvieron siempre pendientes. Tuve una caída en el cuarto kilómetro pero me ayudaron a entrar. Luego, por la caída, tuve un desajuste en el soporte donde va el tensor, sentía que no bajaban los cambios. Pero ya en el último kilómetro sentí que bajó y me tocó empezar a pasar gente en el lote. Fue impresionante. Aún no sé cómo pude pasar a tanta gente en tan pocos metros, pero eso es lo que nos caracteriza a nosotros los esprínteres. Hasta ahora ha sido la victoria más importante para mí”, contó Nicolás, que ahora se alista para conquistar el arcoíris con la selección Colombia Manzana Postobón en el Campeonato Mundial juvenil de pista.
